La deserción como síntoma del fracaso del sistema educativo

 

La deserción como síntoma del fracaso del

                          Elkin Palma      sistema educativo





Todos los estudios y análisis que desde el ministerio han proyectado los tecnócratas que fabrican imperativos categóricos para atacar las problemáticas del sector educativo, están elaboradas sobre la construcción de falacias silogísticas, que atienden a una racionalidad poco critica de las problemáticas de un país reflejadas en el aula multiproblemica que le ha tocado atender el maestro de hoy con las “uñas”

Las secretarías de educación no encuentran por dónde coger ese “toro” moruno de la deserción, que no es más que un constructo con múltiples matices en lo que nosotros los maestros somos quizás el tono más imperceptible. En ese conglomerado de responsables actuamos como los sujetos que con apasionada voluntad levantamos los brazos para decir “a mí que me requisen” Es por ello que cada anualidad las secretarias de educación, les piden a los colegios una propuesta institucional para evitar el contagioso virus. ¿Si existen las directrices ministeriales porque las secretarias no las proyectan o por lo menos propician las condiciones para ponerlas en marcha?

Lo grave de todo, es que la preocupación por los que huyen del contexto escolar haya surgido después de la pandemia y es meramente lógico, les cayó al pelo la pandemia para adjudicarle a esta la culpa de la deserción, por eso nos urge preguntar:  

1° ¿A qué escuela afecto la pandemia? ¿no fue a esa escuela con deserción incluida?  ¡¡Claro que sí!! la sindemia afecto a una escuela cerrada a los procesos democráticos, aun con el imperativo generado por el establecimiento del gobierno escolar, afecto a una escuela cerrada al libre pensamiento, a la libertad de catedra, a la opinión, a la tecnología, afecto a una escuela sin los espacios formales para su funcionamiento, a una escuela sin servicios públicos, a una escuela sin baños, sin personal de servicios generales,  con aulas asimétricas, asinadas, a un aula, húmeda y calurosa, una aula con un tejido social multiprecario, afecto a una escuela con hambre, permeada por las drogas, donde hay chicos de temprana edad convertidos en jibaros,  a una escuela permeada por la explotación sexual sin las herramientas para afrontarlas, sin servicios de psicología, sin un equipo para afrontar la inclusión, que de esta manera genera la exclusión.

2° ¿A qué niños y a qué jóvenes afecto la pandemia en este país?

3° ¿A qué maestros afecto la pandemia en Colombia?

4° ¿A qué sociedad afecto la pandemia en nuestro país?

La deserción escolar no es la causa, es la consecuencia de la multiplicidad de problemas que presenta este sistema educativo, por eso hemos sentido más los efectos de esta pandemia, que nos tiene afrontando una crisis de aprendizaje a nivel mundial, que no se originó, sino que logro agravarse con la pandemia.

Esta crisis una de las más agobiantes de los últimos 100 años, le ha cerrado las escuelas a más de 1600 millones de niños en edad escolar en todo el mundo, y el nuevo indicador del banco mundial denominado “pobreza de aprendizaje “que antes de la pandemia estaba en un 45% con la pandemia se aumentó a un 55%, y parece que va a seguir aumentando, este indicador establece, que un amplio porcentaje de niños en edad de 10 años no pueden leer y entender un texto simple, las afectación en el campo educativo han sido contundente, tanto que de la multiplicidad de informes de la OCDE se establece que las perdida de aprendizajes en el quintil más pobres ha sido del 95% y en el quintil con más recursos ha sido está perdida del 50%, se evidencia aquí la amplitud de la brecha entre ricos y pobres.

Actualmente en el país existen más de 460 mil niños, niñas y jóvenes de entre 5 y 21 años que no han completado su educación escolar y no asisten a un establecimiento educacional. Esta preocupante cifra podría aumentar a 967.822 según proyecciones del Ministerio de Educación, producto de la interrupción de clases presenciales y otros factores causados, como consecuencia derivadas de la pandemia.

Dios quiera que no salga de los fríos escritorios del ministerio alguna directriz ministerial, como la salida de la manga de un ministro de apellido LLoreda que un11 de febrero del 2002 cuando los colegios llevaban casi cuatro semanas de clase, hizo aparecer de la manga de su blazer un decreto para atacar frontalmente la deserción escolar, su aplicación debía favorecer la  calidad y  se entendía de la siguiente manera: Un alumno que no haya perdido el año, pero que no aprobó "una, o dos, o tres, o cuatro, o cinco, o seis, o ninguna de las materias, debe presentar recuperación de estas antes de empezar clases. Si no aprueba algo o nada, no importa: se elabora un acta y el vago continúa en el curso siguiente.

¡Qué imbecilidad tan estratosférica! ¡Ministro Lloreda, el resto de esta leyenda se la saben ustedes!

 La deserción escolar es un problema grave en Colombia que afecta a miles de niños y jóvenes cada año. Para evitar este problema, se puede implementar un plan integral que aborde las diferentes causas de la deserción y promueva la permanencia del estudiante en el sistema educativo.

El ministerio tiene colgado en su página web un pseudo plan que se queda solamente en el anuncio, pero que es importante divulgarlo para que los colegios tengan en cuenta su proyección, Según el plan se debe:

Realizar un estudio exhaustivo para identificar las principales causas de la deserción escolar. Esto permitirá diseñar estrategias específicas y personalizadas para abordar cada una de ellas.[1]

Implementar programas de apoyo económico para las familias de bajos recursos, como becas, subsidios o ayudas alimentarias. Esto ayudará a reducir la presión económica sobre los estudiantes y sus familias, evitando así que abandonen la escuela por motivos económicos.

Garantizar una educación de calidad es fundamental para motivar a los estudiantes a permanecer en el sistema educativo. Esto implica mejorar la infraestructura escolar, capacitar a los docentes, actualizar los currículos y promover metodologías pedagógicas innovadoras.[2]

Implementar programas de orientación vocacional desde temprana edad para ayudar a los estudiantes a descubrir sus intereses y habilidades, y así motivarlos a continuar estudiando. Esto también les permitirá tomar decisiones informadas sobre su futuro académico y profesional.

Promover la participación activa de los padres en la educación de sus hijos, a través de reuniones periódicas, talleres y actividades conjuntas. Esto fortalecerá el vínculo entre la escuela y la familia, y permitirá detectar posibles problemas o dificultades que puedan llevar a la deserción escolar.

Implementar programas de prevención del acoso escolar (bullying) para crear un ambiente seguro y respetuoso en las escuelas. El bullying es una de las principales causas de deserción escolar.

Todos estos acápites necesitan la participación del ministerio, como la aplicabilidad de una política pública, que vista de esta manera es un saludo a la bandera ya, que los entes territoriales ni gestionan los recursos que involucran las directrices emanadas por el gobierno nacional, ni gestionan los recursos propios para implementar dichos planes. Así que la escuela seguirá reflejando toda la problemática que refleja nuestra sociedad.

 

 

 



[1] Nuestras escuelas están inmersas en un contexto multiprecario, ver 4° párrafo del artículo, ¿Cómo atacar cada uno de estos puntos que son causales de deserción?

[2] Los maestros a través de Fecoe y Edumag estamos exigiendo esto desde 1966(Marcha del Hambre)

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