¿CUAL ES EL APORTE DE VIVES AL VALLENATO?
ELKIN
PALMA BARAHONA
Quiero
mediar con un poco de fundamento en esta polémica que se ha generado por la
decisión de LA FUNDACION FESTIVAL VALLENATO de designar a Carlos Vives como el
homenajeado en el marco de 51ª versión del festival de la leyenda vallenata,
las criticas están referidas a que el samario no es un verdadero juglar, que no
se le desconoce la proyección que le ha dado al vallenato a nivel internacional
y que después de vives el vallenato se siente con mayor predominio como ritmo
latinoamericano, pero que en si, este no ha cultivado la esencia de este canto, que su aporte lo hiso teniendo como
punta de lanza los cantos de escalona en dos trabajos que el mundo vallenato
saludò con alegría, pero que de ahí en adelante no existe ningún rastro en este
folclor que nos indique que la provincia mantenga, defienda y proyecte la
esencia del vallenato.
Se puede afirmar que la
provincia ha forjado las bases de una línea de música pero no en el vallenato como muchos piensan. Lo que verdaderamente es fundamental
para que lo de Carlos Vives pueda ser
considerado como una escuela , no es la influencia de la flauta o las maracas,
sino la ejecución de cantos clásicos en aires actualizados, que corresponden a
los moldes sociológicos de nuevas generaciones, la identidad de esa juventud
escasa de ídolos criollos y el renacimiento de un rosario de canciones que
guardan un significado altruista para una región, para un país acosado de
foraneidades que marcan tendencias y hasta forman estilos en la moda, en la
música, en el idioma y hasta en la política.
La exuberante difusión y acogida de sus dos trabajos de la provincia no es porque se trate de los cantos de Escalona, pudieron ser, los de
Abel Antonio Villa o Luis E. Martínez y pudieron tener, el mismo éxito, lo
importante es que fueron canciones que tuvieron mucha acogida dentro de un estilo tradicional considerado
clásico.
En una disertación que hizo un amigo investigador de este folclor
sobre el fenómeno Vives, propuso escucharlo
con canciones “inéditas” o nuevas a ver cuál sería la respuesta del
público. Es lógico no sería la misma, por eso es que la evolución antes de
Vives fue tan lenta porque la aceptación fue también lenta, gracias también a
que somos inconscientemente muy dados a no aceptar los cambios que por el
desarrollo natural de la historia son inaplazables e inevitables.
Ahora para quienes piensan que a nivel de vallenato lo único
aceptable es la caja, la guacharaca y el acordeón, ya este acople desapareció,
porque ni los ambulantes acordeoneros de las playas del Rodadero son fieles a
la tradición, a no ser que en la parranda haya alguien que ponga la condición
de usar la caja de cuero de chivo y la guacharaca de la lata de uvita, porque
el vallenato se ha robustecido, sus elementos constituidos artesanales fueron
la base de su forjación, pero han tenido que evolucionar junto a otros que se
han señido a la dinámica.
Como ejemplo del desarrollo natural que empuja nuestro quehacer
cultural-folclórico a formas y fondos evolucionados, observamos a Vives con una
indumentaria roquera, eso no le hace un mal a su música, sólo cabalga en una
forma de aceptación o no aceptación pero se está en el camino, en el sendero de
la evolución y de la universalización, de un mundo que apunta hacia eso, hacia
lo ecuménico. Con Carlos Vives el vallenato ganó espacios impenetrables, como
los ganó con el Binomio de Oro en épocas de Rafael; al escuchar Altos del
Rosario los gringos lo bailan y los alemanes lo escuchan, pero seguramente eso
les genera la curiosidad de conocer a nuestro folclor y entonces escucharan a
Alejo con todo el acento de la esencia de este canto.
Por eso es meritorio el trabajo de La Provincia; porque ha
sembrado un estilo que siguieron muchos como: Tulio Zuluaga, Beto Galvis,
Fonseca, entre otros, que aunque no resisten un análisis sobre la
interpretación de los que muchos llaman
vallenato, tienen mucha aceptación, este fenómeno no sólo ha servido al
vallenato como forma de expresión musical sino a otros géneros como el porro, la música sabanera, ya que sobre la
huella de La Provincia van agrupaciones como: Barranco, Café Moreno, Moisés
Angulo, etc., esto podríamos titularlo como el “rescate o el renacimiento” de
lo nuestro en la década de los 80’s y comienzo de los 90’s; éstas eran formas
musicales que no habían sido rescatadas y se estaban perdiendo en los anales
del folclor llamado de antaño.
Ahora este renacer no sólo se produjo en Colombia, se dio también
a nivel Latinoamericano, por ejemplo: Luis Miguel y el reciclaje de boleros y
Carlos Baute con la música llanera en Venezuela, a los latinoamericanos nos ha
tocado la varita del renacimiento clásico, que se gestó en Norte América en la
década de los 80 luego se extendió a Europa, la explicación que todo esto tiene
es muy particular, fueron tiempos de mucha incertidumbre el paso de una
centuria cronológica, a otra sin mayores esperanzas, crea un vacío, y la única
salida de las nuevas generaciones como alternativa fue aferrarse a sus valores
espirituales como generadores de paz, convivencia, solidaridad y esperanza. La
música es estandarte de ello, todavía creemos en el regionalismo del Conpae
Chipuco, en la pena que nos produce no asistir a la fiesta del Copae Chemo,
todavía creemos que podemos vivir en sal si puedes y también podemos ser
solidario con el compadrito que no le levanta ni una grúa su fortaleza, también
pensamos que podemos parreandar a costa del Gastón Roberto Ruiz etc.
En el ambiente critico del vallenato existe la dicotomía, de cómo
puede ser llamado o qué tipo de tendencia involucra Carlos Vives en su estilo,
la propuesta es un fenómeno que va mucho más allá de quienes hasta el momento
han tratado de revolucionar nuestro canto, el vallenato en su curva más elevada
ha llegado a vallenato tecno a vallerengue, vallesalsa, vallenato con inducción
al inglés, vallenato estilizado con introducciones en sintetizador, vallenato
Pop, vallenato rock y vallenato de avanzada; Vives ha combinado todos éstos y
ha ido mucho más allá, es mucho más atrevido pero aún así y es lo que nos
agrada, predomina el arpegio de Egidio Cuadrado y los instrumentos básicos de
nuestro folclor , todo ello con los elementos rockeros, la guitarra eléctrica,
la batería, el sintetizador y el asomo artesanal pero sublime de la gaita indígena, además de
la fresca voz de Vives y los entonados coros juveniles; encimándole la
indumentaria de rockero rebelde, producen un verdadero revolcón en esta música.
Para los sacerdotes del vallenato lo de Vives es una herejía para
nuestro canto, quizás donde se asoma un poco más de identidad de concepto con
este servidor, es en el punto donde se analizan ciertas canciones, como “El
Alto del Rosario” aquí predomina más el rock que lo nuestro, y aquí si estamos
de acuerdo que el “alto” no fue tan alto” al contrario decreció en lo más
censurable, eso no sólo se refleja en la aceptación de esta versión sino en su
estructura pentagramática,
El sensacionalismo que causó, esa mezcla de aires, el uno
netamente autóctono y los otros totalmente foráneos, llevó a la juventud de los
90’s a una fiebre muy alta de vallenato, que puso a Los Clásicos de la
Provincia en la cúspides de las preferencias musicales del pueblo colombiano,
la verdad es que la identidad del colombiano con una nueva generación, con ese
desaforado ímpetu de liberarse de unos moldes tradicionales en materia de
música vallenata, volcó toda unas ganas de amar lo nuestro a una fusión
mayestática, que para los intérpretes y muchos compositores desaparecerá en
poco tiempo “es una fiebre que pasará, o es una modalidad de música que pasará
de moda como: La lambada, el rock and roll, la terapia o la champeta, porque no
tienen un fondo imperecedero relacionado con la identidad del ser cultural
latinoamericano.
Muchos agradecen que La Provincia detuviera su viaje con los
clásicos, porque según los tradicionalistas como iban las cosas terminaríamos
bailando, saltando rock con acordeón.
En otro sentido encontramos totalmente adverso a quienes creemos
en esta propuesta, con fundamentos positivos para nuestro folclor a los que
saltan de júbilo, “porque lo de Vives es la expresión del verdadero rock
colombiano, que esa expresión debe hacer carrera, porque el rock de mi tierra
arrastra más identidad que el vallenato, que no se debe interpretar lo de Vives
como vallenato, que así se podría configurar el desarrollo de un movimiento
rockero criollo que tome identidad como en España y Argentina”.
De todas maneras el vallenato rockero ha proyectado nuestra música
o como dicen algunos vallenatófilos, ha civilizado aún más nuestro canto. El
Binomio de Oro contribuyó muchísimo a esa labor y luego llega La Provincia y
perfecciona la obra, con el primero el vallenato se viste de frack y llega por
primera vez al Madinson Squars Garden, pero aún mucha gente se atrevía a decir
que era una expresión artesanal de nuestra cultura y que por lo tanto no había
explicación para que estuviese en un nivel alto de preferencia; salseros,
baladista y regatoneros dicen que es injusto que el vallenato sea la música más
vendida en un país plagado de expresiones culturales verdaderamente autóctonas;
yo pregunto: ¿ habrá una expresión cultural más autóctona que esta? No en vano
los grammy ganados por Vives son los que anticiparon al vallenato en la
contienda internacional, esos tres debemos sumárselos a nuestra música, quiero
decir al vallenato; y de aquí en adelante sumadas a los de los Zuletas y Jorge
Celedón, Peter Manjarrez, serán muchos más los Grammy que ganará nuestro folclor.
Y la discusión continúa!
La controversia que a mediados de los noventas se forma entre los
vallenatólogos, vanguardista y tradicionalista no ha concluido; en ese entonces
un grupo representativo de estudiosos de este folclor, pusieron el grito en el cielo
y otro tanto se rasgó las vestiduras al escuchar La Molinera con el fondo
estridente de la guitarra eléctrica, es un adefesio, comentaban algunos
parroquianos , pensionados que se reúnen en el Parque Bolívar, “eso no puede
ser llamado vallenato”, dijeron los vallenatologos valduparences y, así mismo
opinaron algunos columnista que criticaron la propuesta de Vives en ese
entonces , pero su expresión desbordo cualquier comentario o análisis realizado
con fines de preservación del autoctonismo que debe caracterizar nuestra música
.
Hace mas de dos década asistimos a un boom musical del vallenato, Los Clásicos de
la Provincia II, que baten récord de ventas y se convierte en un fenómeno casi
paranormal para este folclor.
Como lo analizamos en aquella oportunidad, su estruendoso éxito no
sólo se debio a su novedad y calidad interpretativa sino a todo lo que rodea al
proyecto musical del samario.
Cuando en los 90´s Silvio Modesto Echeverría me decía “hay que
escuchar a Vives en cantos inéditos”, se apreciaba en esta expresión que muchos
eran conscientes que la producción televisiva de Escalona, impulso
determinantemente el éxito de La Provincia, como así sucedió, pero hoy no son
sólo los cantos de Escalonas sino los de otros juglares como Máximo Móvil, Luís
Enrique Martínez, Carlos Huertas y hasta Rosendo Romero.
Esto debe tocarnos no para profundizar en el análisis de los
efectos nocivos que esta propuesta puede hacerle a nuestro canto, sino para
saludar en bienectud lo bueno que han sido los clásicos I y II para nuestro
canto, porque existen muchos proyectos que han tenido el mismo respaldo
económico, pero que en el fondo se desvanecen y no pasan de ser un buen trabajo
.
Los Clásicos de la Provincia enmarcaron un estilo y proyectaron
una magia escondida en los anales de antaño del vallenato.
Por estas muchas mas razones debe respetarse la designación de
Carlos vives para ser Homenajeado en la 51ª versión del festival vallenato.
VIVES HACE MERITOS… FIN DE
LA DISCUSIÓN…..
http://filosonema.blogspot.com.co/2017/07/cual-es-el-aporte-de-vives-al-vallenato.html
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