¿POR QUE HAY MAESTROS DE DERECHA?

 

¿POR QUE HAY MAESTROS DE DERECHA?

Elkin Palma Barahona

 

                                                      


 

Si preguntamos de la misma manera ¿Por qué se corrompen las altas cortes? O ¿Por qué se corrompe la fiscalía o la contraloría? Es la misma aureola del pestilente clientelismo, que genera la degradación del actuar de funcionarios públicos que deben ser insignias de ética, de honestidad. En nuestro gremio ocurre lo mismo, con el mismo matiz, pero a un nivel más parroquial.

Mientras pulule la menesterosidad en nuestras calles, mientras el hambre acicale el estómago de los desposeídos y nuestros niños de la Guajira, Magdalena y el Choco desfilen día a día a sus escuelas con la barriga pegada al espinazo, siempre habrá quien le saque provecho a esta desgracia. Los apolíticos, los que se ufanan por el desinterés hacia la política, deberían sentir en su conciencia el más ferviente llamado angustioso de quienes están siendo mancillados en sus derechos.

Lo otro son los apegos consuetudinarios a las ideologías tradicionales, los desteñidos trapos de azul y rojo aun hacen parte de vestimentas maltrechas que ya hasta han perdido los fundamentos contextuales de su doctrina, por ello son pocos los abuelos que heredaron a sus nietos y bisnietos sus credenciales partidistas sin ninguna macula de promiscuidad.

No tenemos registrada la fecha en que se rompe la “conciencia del voto” pero existe la sospecha que su maleficio llegó en el mismo envoltorio en que llegó la decadencia de los valores superiores de la sociedad capitalista a nuestras colonias. Con más de inocencia que ignorancia, estos provincianos contemporáneos entendieron más al Nicolás del renacimiento que explico la política como el “arte de gobernar” que a los filósofos de la Grecia clásica, los verdaderos gestores e intérprete de la política como una “acción de servicio a la comunidad”

El clientelismo que es la más común expresión de corrupción política, parece que se ha convertido en una práctica moralmente aceptada con toda la promiscuidad del estado que ha sido proclive a su práctica. Pareciera que ningún sujeto político escapara a esta praxis, con las excepciones que determina la norma.

La afiliación a las ideologías alternativas a las que naturalmente pertenecemos la gran mayoría de los maestros y maestras, nos ponen en posición de “vanguardia” en cada proceso electoral, ahí surgen los anhelos de unión, y la gran idea, que se convierte ya en frase  de cajón “si los maestros nos uniéramos podríamos elegir hasta presidente” por supuesto que esto es cierto, pero no todos estamos en vanguardia, son innumerables los profes que de manera discreta algunos y otros abiertamente deben pagar algún favor de algún político que propicio tráfico de influencia por un hijo u otro familiar, que sigue o debe ser vinculado en un cargo de carácter político o privado.

Es natural que un maestro (a) como cualquier ser humano quiera lo mejor para los suyos, por eso cuando se trata de alcanzar logros y cumplir los sueños, parece que el “fin justifica los medios”

Otra cosa es cuando la independencia de nuestros hijos y/o familiares se traslada al plano de lo político, casi siempre es obligatorio el “giro a la derecha” así encontramos a muchos hijos de educadores fungiendo como verdaderos  representantes de partidos complemente contrario a las ideologías de sus padres, algunos ya elegidos haciendo gran presencia en oposición a las ideologías del magisterio, otros aspirando a escaños legislativos  con avales de tradición clientelistas, para lo cual no se pueden evitar ni las calcomanías en las ventanas de su casa, ni en los parabrisas de los vehículos de los profes. Esta es una batalla natural a la que debe dársele un tratamiento, donde debe primar el consenso, así como los padres no debemos proyectar el credo religioso en nuestros hijos, mucho menos debemos sentar doctrina partidista en su formación, tal vez nuestros hijos o hijas no llegan a entender la misión del maestro para la humanidad, o, por el contrario, si la entienden, solo que si la proyectan puede ser considerada como una barrera para su progreso personal.

 Por otro lado existen casos en que los maestros han logrado que su ser político trace metas ideológicas en el seno de su familia, “Un aleluya para ello” Esta es una tarea que hemos perdido muchos maestros, porque cuando ya nuestros vástagos quieren despertar en lo determinante que somos los maestros para esta sociedad, ya el imaginario colectivo de ultraderecha ha hecho su trabajo, en un proceso de alienación temprana que muchos maestros ni siquiera percibimos, ni entendemos.

Si a todo lo anterior se le anexa la difusión de esta realidad mediática, que hace varios lustros acicala el pensamiento formal de los colombianos, se configura no una línea de opinión sino una línea de pensamiento totalmente contraria a los intereses de la comunidades desfavorecidas, y el problema es que lo que repite este emasculado conglomerado de derecha tampoco escapa a los linajes de pensamiento de algunos profes que también construyen sus argumentos  basados  en los posteados de la “fans page” de la revista Semana, de RCN , de Caracol etc, de todos los bunker y bodegas que existen en los sótanos de todo el país, pagados por los grupos económicos y financiado por esta sociedad política, que aún no suelta la conciencia de los conglomerados sociales, que de verdad guerrean por un verdadera cambio en la política del país,  los conceptos  esbozados por los pseudoanalistas de los noticieros privados le han hecho creer al país que vamos en caída libre y que vamos tan mal que la gasolina y el costo de vida suben y suben como resultado de la incertidumbre que ha causado la agenda de reforma de este gobierno. Esto es lo que se conoce como pensamiento “reductivo” cuando los que desafortunadamente no tienen el alcance o los presupuestos racionales para leer este estado de crisis que atravesamos, se pone de moda esta clase de pensamiento, cuando aparece un “fake news” en una línea de aceptación con esa persona, esta lo comparte infinidades de veces y lo recalca a quienes lo dudan, “viste ágüela que yo tengo la razón” sin indagar una sola letra de lo que allí se afirma, así alienaron a esta derecha criolla, removieron el sustrato de su conciencia crítica con muchas  mentira que poco apoco las volvieron  verdad.

Si los maestros no jalonamos el pensamiento crítico, podríamos estar viendo una línea de opinión fundamentada en falacias congruentes, aterrizadas en un pensamiento descuidado, este pensamiento descuidado es una forma de razonamiento que parte de premisas falsas, de las cuales se obtiene un silogismo correctamente estructurado, que genera una conclusión totalmente incongruente con la realidad, por eso no debemos asombrarnos de encontrar maestros de derecha.

Los maestros de derecha son un gran reto para los de ideologías alternativa, en las próximas elecciones del magisterio debemos llamarlos e integrarlos a las listas de nuestra agremiación, para que desde ahí puedan ampliar el horizonte de libertad de justicia e igualdad por la causa del magisterio que es la causa de todos los colombianos.

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