GUIA 7 CIENCIAS SOCIALES 10º



GUÍA NÚMERO 7
ÁREA: SOCIALES GRADO 10
DOCENTE: MAG. CESAR A. VARGAS
Nombre: _______________________________        Grado: _____________                             Fecha: ____________________

LA CRISIS DEL BLOQUE SOCIALISTA
La Unión Soviética y sus aliados pagaron un alto costo para poder levantar sus destrozadas economías una vez terminada la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de haber vivido períodos de gran desarrollo económico, su política centralizada –que prohibía la competencia– no les permitió pasar a un siguiente estado de industrialización, acorde a las exigencias y avances tecnológicos de la época. Esto generó una crisis interna que se ocultó durante años gracias a un aparente desarrollo armamentista. Sin embargo, la descompensación producida entre el mundo occidental y el oriental, producto de la globalización económica, se fue haciendo cada vez más evidente. Fue así como en los países comunistas se fue perdiendo el sustento ideológico que por tantos años había fundamentado una política centralizada por el Partido Comunista.   

LAS REFORMAS SOVIÉTICAS: PERESTROIKA Y GLASNOST
La situación soviética comenzó a evidenciarse a comienzos de los ochenta, pues la situación interna no permitió seguir aparentando hacia el exterior que el país estaba en igualdad de condiciones, en todo aspecto, con Estados Unidos. La crisis económica y moral era total, lo que motivó a los líderes del Partido Comunista a buscar una solución que apuntara a resolver los problemas locales reales antes de preocuparse tanto por una disputa ideológica que ya no tenían posibilidades de ganar.
En marzo de 1985, Mijaíl Gorbachov fue elegido Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética. Él se enfrentaba a diversos problemas internos, como una economía devastada, producto de los altos costos administrativos de la burocracia estatal, la baja producción industrial y agrícola (que afectó directamente el suministro a los sectores más pobres) y el desmedido gasto militar. Además, la alta corrupción que afectaba el aparato administrativo del gobierno perjudicaba directamente la credibilidad de la política del Partido Comunista.
Para resolver estos problemas, Gorbachov veía como algo imperativo realizar una reestructuración (perestroika) y una apertura o transparencia (glasnost) de la política, la economía y la información soviética. La apertura permitiría también a los ciudadanos soviéticos dejar atrás años de censura y manifestarse por los errores de una administración que se había vuelto excesivamente corrupta, que tenía la economía del país al borde de la quiebra y que cometió excesos militares en aquellos países que deseaban dejar la hegemonía rusa.
Pero no solo era necesaria una transformación política al interior del país, sino que también integrarse a la economía mundial, lo cual significaba un acercamiento a los Estados Unidos. La Unión Soviética comenzaba a asumir que la única forma de solucionar su crisis y de sobreponerse a años de atraso con respecto a Occidente era integrarse al modelo económico global. Gorbachov necesitaba parte de los recursos empleados en armamento militar para terminar con los problemas económicos, pero prefería no hacerlo al costo de quedar en desventaja en relación con Estados Unidos. Un buen manejo político internacional y una disposición favorable para negociar por parte del presidente Ronald Reagan, permitieron la firma del Tratado de Washington en 1987, en el que se pactaba la destrucción de las armas nucleares de ambas potencias en un corto y mediano plazo.

LAS TRANSFORMACIONES DEL BLOQUE COMUNISTA
La política de apertura promulgada desde el Kremlin tuvo un efecto inmediato para los aliados de la Unión Soviética a lo largo del planeta. Por una parte, los países del llamado Tercer Mundo sufrieron las repercusiones de estas transformaciones, ya que no seguirían recibiendo el apoyo económico y militar de los rusos. Fue el caso de los sandinistas en Nicaragua, el gobierno de Fidel Castro en Cuba y Vietnam del Norte, entre otros. Pero, las consecuencias más impactantes fueron los cambios en los regímenes comunistas en Europa del Este, particularmente entre quienes ya habían intentado llevar a cabo procesos democratizadores y, que en su oportunidad, fueron aplacados por la fuerza militar soviética. Moscú fue abandonando la doctrina Brezhnev, manteniendo una política de no intervenir con ayuda para sus aliados, lo que ocasionó una reacción democrática en cadena que fue eliminando los últimos bastiones del comunismo en Europa del Este.
El primer país en realizar reformas democráticas fue Polonia en abril de 1989. Lo siguió Hungría algunos meses después, decretando la apertura de su frontera con Austria. Este hecho fue de suma importancia, ya que muchos de los ciudadanos de la República Democrática Alemana aprovecharon esta apertura en la cortina de hierro para evadir el muro de Berlín.
De esta forma, pudieron pasar hacia Alemania Federal a través de Checoslovaquia, Hungría y Austria. Esta situación instó a muchos ciudadanos de Alemania Oriental a manifestarse contra el gobierno del entonces líder Erich Honecker, provocando que el gobierno alemán planease en primera instancia utilizar la fuerza para reprimir a los rebeldes, tal como lo había hecho el gobierno chino con un grupo de estudiantes en la plaza de Tiananmen, en Beijing, en mayo de 1989.
Sin embargo, acontecimientos ocurridos a fines de octubre de 1989 dejaron sin poder político al líder de la RDA. La Unión Soviética reconoció públicamente la soberanía de la República de Hungría y señaló que no interferiría en las materias de Estado en Europa oriental.
La caída del muro tuvo un fuerte impacto psicológico en la población berlinesa oriental, que en pocos días había visitado la Alemania Federal. Además, al poco tiempo, su canciller, Helmut Kohl, proponía la unificación monetaria y política de las dos partes. La unificación alemana se consolidó el 3 de octubre de 1990, tras un acuerdo conocido como 4+2 entre las principales potencias –Estados Unidos, Inglaterra, Francia e Inglaterra– y las dos Alemania.

EL FIN DE LA GUERRA FRÍA: EL OCASO DE LA UNIÓN SOVIÉTICA
En general, la Cumbre de Malta es considerada por los cientistas políticos e historiadores como el acontecimiento decisivo para determinar el fin de la Guerra Fría, ya que reunió en diciembre de 1989 al recién electo presidente norteamericano George Bush (1989-1993) y a Mijaíl Gorbachov en un buque cerca de las costas de Malta. Ambos líderes celebraron el fin de las tensiones y proclamaron el inicio de un nuevo período en las relaciones internacionales. Estados Unidos garantizaba la integración soviética al mundo globalizado y la Unión Soviética cedía todo protagonismo a nivel mundial.
Pero esta política internacional desarrollada por Gorbachov no tenía a todos contentos en su país. Se había dividido la población entre comunistas conservadores, que defendían el regreso a los tiempos de la doctrina Brezhnev; comunistas reformistas, que apoyaban la obra de Gorbachov y movimientos nacionalistas, que veían en ambos bandos más de lo mismo.
Esta última posición fue la que logró imponerse finalmente entre las repúblicas de la Unión Soviética tras un golpe de Estado fallido contra Gorbachov encabezado por los conservadores del partido. La situación fue aprovechada por el presidente del Parlamento, Boris Yeltsin, quien lideró un proceso revolucionario democrático que pondría fin a la URSS, convocando a elecciones, declarando la libertad de prensa e iniciando la privatización de la economía. El Partido Comunista fue suspendido y clausurados sus centros de operaciones, ante lo cual los movimientos independentistas en las demás repúblicas no tardaron en surgir.

EL NUEVO ORDEN MUNDIAL: LA HEGEMONÍA ESTADOUNIDENSE
A pesar de que es posible afirmar que el rol hegemónico de Estados Unidos a nivel mundial comienza en la década de 1970, coincidiendo con las crisis del petróleo y la recesión de Europa y Japón, fue la caída del muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética lo que terminó con la bipolaridad mundial y estableció claramente un nuevo orden comandado en todos los ámbitos por el país del norte. Este nuevo orden mundial comenzó a estructurarse durante la presidencia del presidente George Bush (padre) en los ochenta, quien lideró la ofensiva norteamericana llevada a cabo para imponer su sistema político y económico en el resto del mundo. La aplicación de las políticas del Consenso de Washington, la incursión en Medio Oriente para controlar los recursos petrolíferos en la guerra del golfo Pérsico y de Irak, y el control de los instrumentos económicos, como las bolsas de valores, el Banco Mundial, y el Fondo Monetario Internacional, permitieron concretar un dominio sin oposición de la economía y política mundial. 

El nuevo orden político y económico
El mundo polarizado y alineado políticamente, que comenzó a configurarse una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, entró en crisis a fines de la década de los sesenta y comienzos de los setenta. Los dos paradigmas mundiales se fueron desgastando producto de graves conflictos. En Occidente, fracasaba la política de bienestar, los marginados sociales –como mujeres, jóvenes o personas de diversos grupos étnicos– estaban descontentos con la situación y en 1973 se gestaba una recesión económica conocida como la crisis del petróleo. En Oriente, en tanto, profundos problemas económicos afectaban a toda la sociedad, producto de la gran asignación de recursos a la carrera armamentista, la incapacidad para pasar a una siguiente etapa de desarrollo industrial y la política dictatorial llevada a cabo por la Unión Soviética.
El acelerado y constante crecimiento económico mundial desde 1950 estuvo impulsado por nuevos avances tecnológicos, por el desarrollo del sector industrial, por la regulación de organismos internacionales, por el crecimiento del comercio y la masa de trabajadores, entre otros factores.
Sin embargo, esta bonanza económica no llegó a todos los países por igual, viéndose mayormente privilegiados los tres grandes actores del período:
Estados Unidos, Europa y Japón. Además, este crecimiento se manifestó en mayor medida en aquellas regiones productoras de petróleo.
La competencia entre las tres grandes potencias económicas del momento produjo que, a fines de 1973, los precios del petróleo aumentasen en exceso. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) venía incrementando los precios desde comienzos de los setenta, especialmente luego del final de la guerra del Yom Kippur, pero esta alza excesiva llegaría a provocar la primera crisis del petróleo.
Los conflictos político-religiosos en el Medio Oriente, entre los países árabes (comandados por Egipto) e Israel, provocaron nuevos problemas: los primeros utilizaron el precio del petróleo como un arma defensiva, acusando a los Estados occidentales de mantener una posición a favor de Israel. Además, estimaron que la demanda mundial era muy superior a la cantidad de reservas descubiertas anualmente, por lo que redujeron la producción cerca de un 15% y un 20%, causando un alza inmediata en los precios del barril

La irrupción del neoliberalismo
La década de los ochenta comenzó marcada por la traumática experiencia dejada por la crisis del petróleo, la cual había puesto en evidencia la ineficacia del modelo de bienestar para solucionar tanto los problemas locales como los ocasionados por las relaciones globales. Para asegurar las ganancias de años anteriores (1940-1970), que eran amenazadas por el alza del petróleo, el aumento de los costos del Estado de bienestar y la cada vez más disputada competencia entre las grandes potencias, los defensores del capitalismo encontraron en la economía neoliberal la solución. Esta se ha fundamentado en la privatización de diversas actividades económicas, evitar el excesivo intervencionismo estatal en la economía y defender el libre mercado A partir de los ochenta, esta fue la herramienta utilizada por Estados Unidos para consolidar su posición mundial, por medio de una agresiva política internacional, marcada por un fuerte intervencionismo económico y militar en países como Nicaragua, Granada y Libia.

Desarrollo de la política neoliberal
Uno de los primeros obstáculos para la ideología neoliberal fueron las políticas proteccionistas de los llamados mercados emergentes, las cuales impedían el avance de la política de libre mercado. Por ello, Estados Unidos e Inglaterra intensificaron la intervención directa en la política y economía de otros países, por medio del apoyo de organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial.

Estados Unidos y su rol en América Latina
Estados Unidos se convirtió rápidamente en el actor más importante del período gracias a la creencia de que era posible una reactivación económica mundial junto con la aplicación de políticas neoliberales y gracias a un predominio cada vez más absoluto en lo militar. Uno de sus objetivos era crear una economía mundial sin restricciones, manejada por ellos mismos.
Esta comenzó una vez que los competidores más cercanos, Europa y Japón, se vieron relegados a un segundo plano, producto de la profunda crisis económica mundial que había comenzado en 1973. El siguiente paso fue la difusión de las políticas neoliberales, que buscaba alinear la política y la economía latinoamericana con la de Washington.
El gobierno de Reagan (y posteriormente el de su entonces vicepresidente George H. Bush) retomó con fuerza la lucha contra el comunismo, particularmente en América Latina, resurgiendo las tensiones entre capitalismo y comunismo. Entre los hechos más importantes cabe destacar el apoyo a la contrarrevolución nicaragüense –conocida como Contra– que buscaba recuperar el poder perdido luego de la Revolución sandinista (1979), la intervención de este mismo gobierno en la guerra civil de El Salvador (1980-1992) y la invasión de Panamá, que tenía por objetivo capturar al general Manuel Antonio Noriega, acusado de narcotráfico por el presidente estadounidense.

Durante este período se presentaron una serie de guerras enmascaradas por Estados Unidos, con el fin de apoderarse o fortalecer su economía petrolera, entre ellas encontramos:
-       Invasión de Irak a Kuwait: Debido a la crisis económica el presidente de Irak Saddam Hussein decidió invadir Kuwait, ante lo cual Estados Unidos, con el apoyo de la ONU y de la comunidad internacional, dio un ultimátum para retirarse de Kuwait, el que no fue tomado en cuenta por el líder iraquí, por lo que Bush dio orden de comenzar la Operación Tormenta del Desierto. En cerca de cuarenta días, las tropas iraquíes fueron desalojadas de Kuwait y Estados Unidos ocupó parte del territorio de Irak, consolidando su posición hegemónica en un mundo que ya no era bipolar.
-       A raíz de los atentados ocurridos el 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos invadió Afganistán, lugar donde la organización terrorista Al-Qaeda (acusada de ser la autora de los atentados) tenía sus principales centros de operación.
-       Luego centró sus ataques en Irak, supuesto poseedor de armas de destrucción masiva y aliado de Al-Qaeda, por eso el 20 de marzo de 2003, el mundo entero quedó impactado al ver en vivo imágenes del ataque a Irak, comenzando una guerra que duraría cerca de un mes y que permitió a Estados Unidos apoderarse del país.  A su vez, se condenó a Hussein como un criminal de guerra internacional, y por ello, se le ejecutó el 30 de diciembre de 2006. A pesar de ello, las tensiones entre iraquíes y estadounidenses continúan desarrollándose.
-       La guerra de Yugoslavia: el caso de Yugoslavia Durante los años en que Tito gobernó Yugoslavia (1945-1980), el Estado osciló entre las reformas liberales y contrarreformas autoritarias. Al contrario de los demás países de Europa Central y Oriental, Yugoslavia rompió relaciones tempranamente con la Unión Soviética de Stalin en 1948. La década de los ochenta marcó una transición muy conflictiva para el Estado yugoslavo, una vez que los dos grandes ejes de su administración desaparecieron. Primero, Tito murió el 4 de mayo de 1980, dejando sin cabeza al modelo. Segundo, la crisis del bloque comunista a finales de los ochenta disminuyó el poder del partido, provocando el surgimiento de movimientos nacionalistas cde diversas culturas y etnias, que proclamaban la autonomía. Existían regiones que deseaban independizarse de las demás y otras, como Serbia, que buscaban mantener la unidad del ex Estado yugoslavo pero controlada por ellas. Esto llevó al gobierno serbio a suprimir la autonomía de Kosovo en 1989, cuya población es mayoritariamente musulmana y de cultura albanesa, causando gran alarma internacional. A su vez, llegaba a la presidencia de Serbia, el líder ultranacionalista Slobodan Milosevic, quien era responsable, en gran parte, por la política represiva y terrorista llevada a cabo por el gobierno. En tanto, Croacia, Eslovenia y Bosnia-Herzegovina defendieron su autonomía y declararon su independencia entre 1991-1992, a pesar de que Serbia no aceptó esta medida, iniciándose así un conflicto armado.
Los más duros enfrentamientos se dieron en territorio bosnio. La parte musulmana y croata –que es de religión católica– de su población apoyaron la independencia, mientras que los serbios –cristianos ortodoxos– se opusieron con el apoyo del ejército de Serbia. Las prácticas llevadas a cabo durante esta guerra fueron terribles, y han sido catalogadas como de genocidio e incluso de limpieza étnica. Los esfuerzos internacionales por detener la guerra fueron absolutamente ineficaces, y solo la intervención de la OTAN entre 1994 y 1995 pudo ponerle un alto a los enfrentamientos.
Sin embargo, solamente la intervención de Estados Unidos permitió que los presidentes de Croacia, Bosnia y Serbia llegasen a un acuerdo de paz en 1994. De todas maneras, los conflictos internos continuaron hasta 2001.

HEGEMONÍA ECONÓMICA: SU EFECTO EN EL MUNDO DE HOY
A diferencia de los años de Guerra Fría, la hegemonía mundial en el mundo unipolar de la actualidad se fundamenta en un predominio más bien económico que militar. Si bien lo militar es lo que ha permitido la imposición del sistema capitalista norteamericano, es el control económico de los mercados, bolsas de valores y precio del petróleo lo que explica la creciente influencia de Estados Unidos en todos los ámbitos en la actualidad.    
La globalización tecnológica, comunicacional y económica es la gran aliada del capitalismo actual y, en gran parte, es producto de sus propias necesidades para expandirse. Los protagonistas de esta nueva etapa del capitalismo son los grandes agentes económicos y financieros internacionales, que evitan a las instituciones políticas intermediaras como los estados locales para lograr sus objetivos. La economía mundial depende directamente de lo que acontece en la Bolsa de valores de Nueva York, Londres o Tokio, y la estabilidad interna de países como Chile, depende también de ellos. Al intentar evadir todo tipo de control estatal local, el modelo capitalista no da lugar para políticas gubernamentales que les permitan a los países protegerse contra un mercado mundial cada vez más volátil.
El gran desafío en la actualidad es resolver los problemas creados por el crecimiento desmesurado de la economía global, como la distribución de la riqueza, la pobreza o la contaminación que no han sido asumidos debidamente por un mundo que mide mayormente su estándar de vida en cifras numéricas que expresan el crecimiento económico, el índice de exportaciones o el producto interno bruto. Pero no solo problemas globales son los que han sido dejados de lado, sino que se ha transformado profundamente la forma cómo se concibe a sí misma cada sociedad. Han surgido nuevos problemas como el individualismo, la definición de la identidad cultural o la integración de culturas extranjeras o indígenas. En un mundo globalizado como el actual, la identidad particular de cada cultura es la que se ve más amenazada, y para defenderla han surgido movimientos sociales, culturales y políticos que buscan rescatar y preservar la esencia cultural de cada nación, dándola a conocer al mundo. Tal es el caso de la Fundación Artesanías de Chile, que rescata y fomenta la producción de objetos tradicionales de nuestro país, realizados con las más variadas materias primas.

Actividad 15
& 15.1 Realice un análisis personal no menor a 300 palabras a cerca de la guía 7.
& 15.2 realice fichas a cerca de los videos: ¿cómo cayó el muro de Berlín? Y ¿cómo fue la perestroika?
& 15.3 la apertura económica y el neoliberalismo han sido implementados en nuestro país. ¿De qué manera cree usted que se pueden mostrar que estas medidas económicas han beneficiado o perjudicado a nuestro país?
& 15.4 Investigue a cerca de los cambios que se están presentando a nivel de relaciones internacionales entre EEUU y Cuba.
& 15.5 Dibuje los mapas de la antigua URSS y de la actual Rusia con los países independizados.

BIOGRAFÍA Y CIBERGRAFÍA
Álvarez, Gonzalo y otros (2010). I Primero Medio, Historia, geografía y ciencias sociales, Ed. Zig Zag., Santiago de Chile.
Sociales Santillana 10.
Colombia, Ministerio de Educación Nacional, ciencias sociales 9. Pág, 65-71.
Álvarez, Gonzalo y otros (2010). IV Medio historia y ciencias sociales, Ed. Zig Zag., Santiago de Chile., págs. 90-105.


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